Siempre hemos escuchado que el negro es un color que no se usa por distintas pre concepciones, como porque achica los espacios y los hace tétricos; o simplemente porque se lleva la luz y no estamos acostumbrados a verlo en nuestras casas.
¿Negro? Sí, negro. Esta semana nuestra idea es mostrarte lo que puedes lograr con este elegante y dramático color, y cómo puedes integrarlo al interior de tu hogar.
Primero debes considerar que es un color muy entretenido, si es que se sabe ocupar. Su elegante prestancia y sencillez se vuelve una pieza clave a la hora de construir espacios modernos. Con él podemos hacer siluetas llenas de contraste y marcar cualquier tipo de perímetro, realzando los objetos y espacios junto a él.
Por ello, y si de nuestras casas se trata, aquí te dejamos algunos ejemplos concretos de cómo aplicar el negro en los espacios.
Acceso:
Un espejo de grandes proporciones con un marco negro o un color parecido al ébano, combinado con un arrimo de madera clara y accesorios metálicos, queda increíble en cualquier tipo de entrada.
Living:
En el living no hay nada más entretenido que jugar con los contrastes, por lo que el negro puede ser un gran aliado a la hora de marcar las dimensiones del espacio a través de alfombras y geometrías en los tapices. También podemos usarlo en el mobiliario, siempre teniendo en cuenta que este debe ser acompañado de objetos que otorguen algo de luz o calidez al lugar que construimos.
Comedor:
Las sillas negras aquí son un must. Solo pensar en la combinación de una refinada y estilizada silla negra acompañada de una gran mesa de vidrio o madera, es una foto perfecta; sin olvidar que una lámpara de toques negros aportaría drama y contraste a cualquier superficie traslúcida o clara.
Pasillo:
Las lámparas de pantalla negra son una muy buena elección, si es que tienes una iluminación general muy potente, ya que dan sobriedad y algo de misterio y elegancia a esos pasillos tan iluminados.
Cocina o baños:
El negro en nuestras cocinas es realmente perfecto ya que no deja en evidencia la vejez de los materiales y en muchos casos, da drama y sensualidad a estos espacios que acostumbramos a ver siempre en tonos blancos, grises y crudos.
Eso sí, no debemos olvidar que una cocina de muros o muebles negros debe ser complementada con superficies blancas o marmoladas, para que ésta no pierda luz y realce el color.
Sala de estar:
El muro negro de tiza es una muy buena opción a la hora de pensar en que muchos de los niños juegan seguidamente con nuestras paredes y para evitar eso, nada mejor que contar con estos muros lavables, para que creen y se diviertan como ellos quieran.
Y no podemos olvidar el sofá negro que también es el guerrero perfecto para combatir las zapatillas sobre el género y manchas variadas.
Dormitorios:
Los textiles, la cojinería y los papeles murales son claves a la hora de incluir el negro en nuestras piezas, ya que a través de los patrones y de la materialidad de los objetos que los acompañen, generan una propuesta llamativa, elegante y moderna.